Hay poco en este mundo que
sea más refrescante que un gran y helado vaso con agua. Dudo que haya una sola
persona que pueda negarlo, un simple vaso con agua puede ser mucho más
satisfactorio que una taza de café o una lata de soda.
A pesar de esto, muchos
de nosotros no bebemos suficiente agua durante nuestro día. Al privarnos a
nosotros mismos del más natural de todos los recursos, estamos continuamente
dañando nuestros cuerpos.
Si has experimentado alguna de las siguientes
señales, puedes mejorar tu situación, comenzando por beber un vaso con H2O.
1. Tu boca está seca
Esto parece muy obvio, pero
las ramificaciones pueden no serlo. Por supuesto, si en algún momento sientes
esa sensación pegajosa y desagradable en tu boca, es lógico que buscarás algún
líquido. Pero las bebidas azucaradas son sólo una solución temporal a un
problema mayor. El beber agua lubrica las membranas mucosas en tu boca y
garganta, la cual continuará manteniendo tu boca humectada con saliva, mucho
después de haber dado ese primer trago.
2. Tu piel está seca
La piel es el órgano más
grande de tu cuerpo, así que, por supuesto necesita mantenerse hidratada. De
hecho, la piel seca es uno de los signos más tempranos de la total
deshidratación, lo cual puede traer consigo problemas mucho más grandes. La
falta de agua significa falta de sudor, lo cual lleva al cuerpo a la
incapacidad de lavar cualquier exceso de suciedad y aceites acumulados a lo
largo del día. Si quieres evitar colapsos, debes comenzar a tomar más agua.
3. Estás extremadamente sediento
Ya hablamos sobre la boca seca,
pero la sed va más allá de una lengua que parece desierto. Quienquiera que haya
sufrido de resaca, podrá decirte que, tras despertar, tu cuerpo simplemente no
puede recibir suficiente agua. El alcohol deshidrata el cuerpo entero, y el
beber agua, envía señales de “¡SÍ PORFAVOR!”, al cerebro, hasta que el nivel de
fluidos alcance un nivel normal. Escucha lo que tu cuerpo te dice, ¡él sabe de
lo que está hablando!
4. Tus ojos están secos
En ese momento ya debe estar
claro que el beber agua, afecta mucho más que tan sólo a tu boca y garganta. La
falta de agua genera ojos irritados y secos (de nuevo, piensa en esa última
resaca). Sin agua en el cuerpo, tus ductos lagrimales se secan. Si lo que estás
pensando es: “¿Y qué si no puedo llorar?”, date cuenta de que esto podría
causar mucho más daño a tus ojos, especialmente si utilizas lentes de contacto.
5. Sufres dolor de articulaciones
Nuestro cartílago y discos
espinales están formados en un 80%, de agua. Por lo cual existe una gran
necesidad de evitar que nuestros huesos friccionen uno contra el otro a cada
paso que damos. Al mantener nuestro cuerpo hidratado, nos aseguramos de que las
articulaciones puedan absorber el impacto de movimientos repentinos, tales como
correr, saltar y caer de un modo extraño.
6. Tu masa muscular se reduce
Tus músculos también están
compuestos mayormente de agua. Obviamente, menos agua en el cuerpo, significa
menos masa muscular. El beber agua antes, durante y después de ejercitarse, no
sólo te mantiene cómodo e hidratado, sino que también conduce el líquido a los
lugares adecuados de tu cuerpo, y reduce la posibilidad de desarrollar
inflamación y dolor relacionado con el ejercicio y el levantamiento de pesas.
7. Pasas más tiempo enfermo
El beber agua le permite a
tu cuerpo drenar de manera continua las toxinas. Tus órganos trabajan para
filtrar ciertos productos de desecho como una máquina, pero si no alimentas
esta máquina con agua, no puede funcionar adecuadamente. Lo que termina
sucediendo en un cuerpo deshidratado, es que los órganos comienzan a tomar el
agua de áreas de almacenamiento como tu sangre, lo cual nos lleva a toda una
nueva serie de problemas.
8. Te sientes fatigado y letárgico
Como ya mencionamos, cuando
un cuerpo está deshidratado, “toma prestada” el agua de tu sangre. Una falta de
sangre adecuadamente hidratada, conlleva a la falta de oxígeno transportado a
través del cuerpo. Y, por supuesto, una falta de oxígeno, lleva a somnolencia y
fatiga exacerbada. La falta de estamina significa que comenzarás a experimentar
ese cansancio de las 2PM mucho más temprano en tu día (y recuerda, el café no
te ayudará a terminar la jornada).
9. Sufrirás la sensación de Hambre
Cuando estás deshidratado,
tu cuerpo puede comenzar a pensar que necesita alimento. Esto sucede a lo largo
del día, y tal vez durante la noche cuando te despiertas con antojos de un
bocadillo nocturno. Sin embargo, el ingerir alimentos genera más trabajo para
tu cuerpo, mientras que el beber agua purifica tus órganos y les brinda el
combustible necesario para completar los procesos que necesita llevar a cabo.
10. Sufrirás problemas digestivos
Ya hablamos sobre la mucosa
en la boca y garganta, y cómo el mantenernos hidratados permite que la membrana
funcione correctamente. Esto también se aplica a todo el sistema digestivo. Sin
la hidratación adecuada, el nivel y la fuerza de la mucosa en el estómago se
reduce, permitiendo que los ácidos del estómago causen un mayor daño interno.
Esto nos lleva a lo que se conoce comúnmente como agruras e indigestión.
11. Sufrirás constipación
Como ya lo mencionamos, el
estar hidratado ayuda a lubricar el sistema digestivo. Durante el proceso de
deshidratación, el colon emplea el agua que debería haber sido usada por los
intestinos en el siguiente paso del proceso digestivo. Sin entrar en mayores
detalles, te dejaremos adivinar lo que causa una falta de intestinos
lubricados.
12. Tu nivel de orina se reducirá
Créelo o no, si no visitas
el sanitario entre 4 y 7 veces al día, probablemente no estás bebiendo
suficiente agua. Y cuando vas al #1, debería ser de color amarillo claro o
transparente. Si es de un color amarillo oscuro, tu cuerpo te dirá que carece
de la hidratación adecuada. En casos extremos, la deshidratación puede generar
infecciones del tracto urinario, en cuyo caso, deberás consultar a un doctor
inmediatamente.
13. Sufrirás envejecimiento prematuro
La cantidad de agua que
nuestros cuerpos retienen naturalmente, se reduce a medida que envejecemos.
Obviamente, lo que esto significa es que, a medida que envejecemos, debemos
incrementar la cantidad de agua que bebemos. Mientras que el envejecimiento
prematuro es más evidente en el exterior, el daño que genera en nuestro
interior es mucho más significativo a medida que pasa el tiempo. Para reducir
el riesgo de que nuestro cuerpo se deteriore, es importante continuar bebiendo
agua a lo largo de toda nuestra vida.
14. Estás
leyendo esto y has llegado hasta este punto
Yo bebo agua todo el tiempo.
Casi siempre tengo un vaso o botella con agua cerca de mí, ya sea que esté
trabajando, ejercitándome, o vegetando frente a la TV. Si diste click en este
artículo, es probable que hayas pensado: “Hmmmmm… creo que no estoy bebiendo
suficiente agua.” Así que, si piensas que en realidad no lo estás haciendo,
¡bebe un vaso con agua ahora mismo! No lo hagas en exceso, por supuesto, pero
si no estás obteniendo la cantidad adecuada no hay ningún daño en beber un poco
más. Ahora, si me disculpas, el escribir tanto me ha dejado sediento.
Aporta con un Me Gusta
0 comentarios:
Publicar un comentario