Sufrió pérdida de piezas dentales, quemadura en la córnea, fractura en el cuello y un agujero en el paladar.
James Lauria, un joven de 23 años de Florida, Estados Unidos, estaba intentado dejar de fumar.
Pero la enmienda fue peor que el soneto: el cigarro electrónico que estaba usando para ir dejando el consumo de tabaco le explotó en la boca y le generó graves heridas.
Según informó la cadena Fox 5, Lauria sufrió quemaduras en la córnea y la mano, se fracturó el cuello y un dedo, perdió algunos dientes y su paladar quedó agujereado.
El hombre dijo al canal de televisión estadounidense que se encontraba fumando el cigarrillo electrónico y "la siguiente cosa que sé, es que explotó y que estaba de camino al hospital en una ambulancia. Eso es lo último que recuerdo".
Lauría estuvo una semana internado en la unidad de quemados de la Universidad de Alabama.
Aunque el incidente ocurrió en Destin el 29 de julio, el joven continúa con dieta líquida mientras espera a que pronto le reconstruyan su boca.
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